En un contexto en el que cada vez nos hipotecamos más tarde, surgen algunas dudas que una inmobiliaria en Bilbao como la nuestra responde. ¿Pasa algo si compro una vivienda a los hijos, pero pongo la hipoteca a mi nombre? En principio esto es posible, pero tenemos que tener en cuenta una serie de aspectos. Toma nota.
La hipoteca a nombre de los padres
Los ingresos de los hijos, desgraciadamente, no son muy altos. Tampoco los ahorros. En estos casos, muchos padres deciden hacerse cargo ellos mismos de la operación y, posteriormente, realizar un traspaso de la propiedad a sus hijos.
La edad es algo que las entidades financieras ponen de requisito para conceder la hipoteca. Bien lo sabemos los expertos de una inmobiliaria en Bizkaia, porque detectamos que los españoles compran su primera casa a los 41 años.
Así, muchos padres optan por la operación anterior, a la espera de que los hijos tengan un trabajo estable. En este momento se traspasa la vivienda y el préstamo hipotecario.
No hay nada de malo ni ilegal: la ley hipotecaria contempla estos casos. Es una operación habitual, incluso entre no miembros de una familia. No obstante, debes contar con el visto bueno del banco, quien analizará la situación del nuevo deudor para evitar problemas de pagos. Es más, para el banco significará cambio de condiciones y de titular.
Gastos con tasación inmobiliaria
En primer lugar, modificar las condiciones puede suponer una comisión del 1% sobre el capital pendiente de devolver. Además, la entidad podría impulsar una tasación inmobiliaria nueva, algo que también corresponde a la persona titular de la hipoteca. Igualmente, tenemos gastos del nuevo registro de la propiedad y notaría.
Estas son las claves que debes conocer a la hora de cambiar de titular la hipoteca, algo frecuente que es preguntado en nuestra inmobiliaria en Bilbao.